Licenciada María Angélica Luna Parra, Titular del Instituto Nacional de Desarrollo SocialLic. Covadonga Pérez Villegas, Presidenta de la Asociación Mujeres en Serio “Alianza Nacional”, a quien saludo conmucho aprecio y agradezco la invitación a este importante espacio de diálogo y reflexión.
Queridas amigas y amigos:
Me siento muy contenta de participar en esta décimo cuarta
edición del Foro de Mujeres con Discapacidad, que considero
de la mayor relevancia porque aborda uno de los aspectos
más importantes y más sensibles de la agenda social.
Las mujeres con discapacidad enfrentan una doble trayectoria
de discriminación, ya sea como mujeres, ya sea como
personas con discapacidad, lo que añade barreras para el
ejercicio de derechos y responsabilidades, dificulta su plena
participación social y obstaculiza la consecución de objetivos
de vida considerados como esenciales.
Organizaciones internacionales, sociedad y gobiernos de
todo el mundo han reconocido que las mujeres y las niñas
con discapacidad suelen estar expuestas a un riesgo mayor,
dentro y fuera del hogar, de violencia, lesiones o abuso,
abandono o trato negligente, malos tratos o explotación.
Por ello, en diversos foros y tratados internacionales
ha quedado patente la urgencia de establecer medidas
especiales para la inclusión de las mujeres con discapacidad
al desarrollo y a la igualdad de oportunidades.
La Plataforma de Acción de Beijing, emanada de la
Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, promueve la
identificación de los esfuerzos para garantizar el disfrute en
condiciones de igualdad, de todos los derechos humanos y
libertades fundamentales a todas las mujeres y las niñas que
enfrentan múltiples barreras para lograr su potenciación y su
adelanto, por factores como la discapacidad.
Por su parte, la Convención de las Naciones Unidas sobre
los Derechos de las Personas con Discapacidad señala
que los Estados Partes reconocen que las mujeres y niñas
con discapacidad están sujetas a múltiples formas de
discriminación y, a ese respecto, adoptarán medidas para
asegurar que puedan disfrutar plenamente y en igualdad
de condiciones de todos los derechos humanos y libertades
A través de este tratado, los gobiernos firmantes se
comprometieron a tomar todas las medidas pertinentes para
asegurar el pleno desarrollo, adelanto y potenciación de la
mujer, con el propósito de garantizarle el ejercicio y goce
de los derechos humanos y las libertades fundamentales
establecidos en dicha Convención.
En México, de acuerdo con los resultados del último Censo,
en el año 2010, el número de personas que presentaron
alguna limitación física o mental fue de 5.7 millones.
Es de destacar que la frecuencia con la que se presentan las
limitaciones físicas o mentales se incrementa con la edad;
de tal manera que si en la población menor de 30 años esta
condición representa el 5.3 por ciento del total de población,
entre quienes tienen 60 años y más, es del 26.3 por ciento.
En la población adulta mayor (60 años y más de edad), se
revierte la prevalencia de la discapacidad en la población
masculina. En esta etapa de la vida, el porcentaje de mujeres
con limitaciones físicas o mentales es de 27.3, mientras que
en los hombres es de 25.1, situación que se relaciona con la
mayor esperanza de vida de la mujer.
La discapacidad, la precariedad en la salud, la dependencia
económica, el olvido social y familiar, entre otros factores,
acentúan la vulnerabilidad de nuestras mujeres adultas
mayores, por lo que es urgente y necesario implementar las
políticas públicas y las reformas legislativas para corregir esta
lacerante desigualdad.
Es por ello que desde mi papel como Senadora de la
República, Presidenta de la Comisión de Atención a Grupos
Vulnerables, me comprometo a promover las reformas al
marco jurídico para que nuestra legislación no sea omisa a
las diferencias de género en razón de la discapacidad.
Particularmente, habré de impulsar las reformas a la Ley
de los Derechos de las Personas Adultas Mayores para
establecer medidas correctivas y específicas para la mujer
adulta mayor con discapacidad.
Estoy segura de contar con el respaldo del gabinete social
del Presidente Enrique Peña Nieto, para que desde el
inicio de esta nueva administración federal, los programas
sociales y sus reglas de operación incluyan a las mujeres con
discapacidad, atendiendo a sus particularidades.
Deseo mencionar que este espacio para el intercambio
de las ideas no solo es necesario, sino también oportuno,
porque permitirá analizar los pendientes, desafíos y las
oportunidades que al día de hoy tenemos, y contribuirá a
hacer visible este tema, dándole la importancia que merece
en la agenda pública.
Las felicito por la realización de este significativo encuentro
y por estar aquí presentes, no solo para escucharnos, sino
para transformar las ideas en acciones que mejoren nuestra
convivencia diaria, modifiquen conductas, patrones culturales
y estereotipos sociales, que combatan la discriminación, y
que con la suma de cada granito de arena que ponga cada
una de nosotras, ayudemos a transformar a México para
hacerlo más igual y más incluyente.
Tengan la seguridad que en el Senado de la República tienen
una aliada que hará suyas sus inquietudes, propuestas e
iniciativas, dándoles el cauce legislativo, programático o de
gestión que corresponda.
Finalmente, en el marco del Día Internacional de la Mujer,
que como bien señala la Organización de las Naciones
Unidas, es cada vez más una ocasión para reflexionar
sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar
los actos de mujeres que han desempeñado una función
extraordinaria en la historia de nuestros derechos, reconozco
y felicito a las mujeres con discapacidad porque son ellas
quienes nos ofrecen la mejor muestra de fortaleza, tenacidad
y extraordinario ejemplo de vida.
Nuevamente muchas gracias por la invitación y sin más,
siendo las __:__ horas del día 5 de marzo de 2013 damos
por inaugurado el XIV Foro de Mujeres con Discapacidad ¡El mayor de los éxitos!
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