Por Hilda Flores Escalera
El desarrollo integral de las personas debe ser un compromiso
colectivo y voluntario de una sociedad
con valores éticos y sociales.
Ser solidarios con las afecciones y con las virtudes de los demás
nos
convierte en seres humanos más sólidos y sensibles.
Este año 2014 celebramos a nivel internacional por séptima ocasión
consecutiva,
el día mundial de la Concienciación sobre el Autismo. La
resolución de la
Organización de las Naciones Unidas, ONU, así lo
declaró el 21 de enero de 2008,
por eso este 2 de abril, el Secretario
General de la ONU, invitó a recordar que
no basta crear razón sobre sus
implicaciones, sino que debemos generar acciones
concretas que hagan
visible esta manera de vivir el mundo.
El Trastorno del Espectro Autista, TEA, se caracteriza por
ocasionar problemas de
socialización, comunicación y conducta, tal como
lo sufrieron Mozart, Beethoven
o Emmanuel Kant (de acuerdo a estudios
del médico Michael Fitzgerald del Trinity
College de Dublin). Su
detección temprana, potencia la posibilidad de la inclusión
social de
las personas que lo experimentan.
Hoy en día muchos padres de familia desconocen que sus hijos
presentan este
trastorno, aun y cuando sus signos son evidentes, por
ejemplo, cuando se ha cumplido
un año de nacimiento y no hay reacción al
llamado por nombre; el franco desinterés
por señalar objetos visibles;
la evasión del contacto visual y una evidente
orientación a permanecer
en soledad.
Conductas de esta naturaleza repercuten el desarrollo integral de
una persona y su
interacción social, afecta su lenguaje, genera
conductas de tipo obsesivo, a veces
acompañados de lapsos de irritación.
El
lado positivo tiene ventanas de oportunidad, la detección temprana y su
tratamiento, representan que el 40 por ciento de los niños que reciben
ayuda, se
inserten con éxito en el sistema de educación regular. Un dato
igualmente relevante es
que este trastorno conductual se incrementa en
México en un 17 por ciento anualmente.
Es responsabilidad de todos crear conciencia. Se trata de impulsar
programas de ayuda
en los primeros años que fomenten el desarrollo
cognitivo de la comunicación y la
socialización, ambos factores,
importantes para una mejor adaptación e inclusión en
el hábitat social.
El compromiso de las y los senadores es allanar el camino a las
reformas
legislativas que promuevan políticas públicas que permitan
contar con diagnósticos
tempranos del autismo en los esquemas de salud y
de educación.
En el marco de la conmemoración del día para fomentar la toma de
conciencia en
torno a esta manera distinta de observar y vivir el mundo,
el Senado de la República
se ilumina de azul para acompañar esta gran
campaña que demanda mucho trabajo.
El reto no es menor, debemos iniciar
por contar con cifras certeras, hoy los
números no oficiales, reportan
entre 37 y 40 mil casos de autismo, con
estimaciones de alcanzar los 115
mil.
Es en estos asuntos sensibles para la sociedad mexicana que el
Senado de la
República pone énfasis en su trabajo, para que todas las
familias y sus integrantes
sean sujetos de derechos efectivos en un
ambiente de respeto, de igualdad y de libertad.
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