Senadora Hilda Esthela Flores Escalera
“BOLETÍN RESPECTO DE LA PROPOSICIÓN CON
PUNTO DE ACUERDO EN RELACIÓN AL DÍA MUNDIAL DE LA SALUD MENTAL”.
México,
D. F., a 10 de octubre de 2013.
La
Senadora Hilda Esthela Flores Escalera inició su intervención señalando que El
Día Mundial de la Salud Mental se celebra el 10 de octubre de cada año, con la
finalidad de aumentar, a nivel mundial, la conciencia en torno a los problemas
de salud mental.
Asimismo, señaló la Legisladora, que
para la Organización Mundial de la Salud, la salud mental se define como “un
estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias
capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar
de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su
comunidad
Por su parte, expresa la Senadora Coahuilense que
a las enfermedades mentales como autismo, Alzheimer, trastornos alimenticios,
bipolaridad, depresión, entre otras, es necesario tratarlas bajo una nueva
visión, la cual incluya, en primera instancia, la aceptación que cada día más
personas las padecen y, en segunda, que deben ser vistas con mayor
responsabilidad y de forma integral, con miras a ser curables y no sólo a
manera de contención.
La Senadora Flores Escalera señala que cerca de la mitad de los
trastornos mentales se manifiestan antes de los 14 años de igual forma se
calcula que aproximadamente el 20 por ciento de las niñas, niños y adolescentes
del mundo presentan trastornos o problemas mentales.
Por todo
ello, la Senadora Hilda Flores Escalera afirma que es preocupante que en siglo
XXI, aún se estigmatice a quienes padecen algún trastorno mental, se les
discrimine y, en ocasiones, hasta se les aísle.
Es
necesario, agrega, que no dejemos pasar la conmemoración del Día Mundial de la
Salud Mental como un suceso más, ya que una fecha como ésta nos debe motivar a
continuar en la búsqueda de soluciones o alternativas para el tratamiento de
estas enfermedades, ya que sólo de esta manera se podrá modificar y mejorar la
vida de millones de personas que las padecen y que, desgraciadamente, como
sociedad vemos a este tipo de enfermedades como padecimientos menores o hasta
cierto punto “normales”.
La Senadora
finaliza señalando que como legisladores es ineludible hacerle frente al problema
que tenemos en materia de salud mental, el cual nos impone la tarea de cambiar
la visión hacia este tipo de enfermedades, con el objetivo de prevenirlas, pero
sobre todo tratarlas como enfermedades integrales y parte de nuestro sistema de
salud pública.
Senadora Hilda Esthela Flores Escalera
“DISCURSO RESPECTO DE LA PROPOSICIÓN
CON PUNTO DE ACUERDO EN RELACIÓN AL DÍA MUNDIAL DE LA SALUD MENTAL”.
México,
D. F., a 10 de octubre de 2013.
El Día Mundial de la
Salud Mental se celebra el 10 de octubre de cada año, con la finalidad de
aumentar a nivel mundial, la conciencia en torno a los problemas de salud
mental.
De acuerdo con la
Organización Mundial de la Salud, la salud mental se define como “un estado de
bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades,
puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma
productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.
En la mayoría de los países, pero sobre todo en aquellos que cuentan con
ingresos bajos y medios, los servicios de salud mental no cuentan con los
recursos económicos y humanos suficientes para hacerle frente a todas sus
necesidades, entre ellas la prevención y tratamiento de las enfermedades
mentales.
De lo anterior, se deriva la necesidad de que las enfermedades mentales
como autismo, Alzheimer, trastornos de la conducta alimentaria, bipolaridad,
depresión, entre otras, sean tratadas bajo una nueva visión, la cual incluya,
en primera instancia, la aceptación que cada día más personas las padecen y, en
segunda, que deben ser tratadas con mayor responsabilidad y de forma integral.
Diversos estudios nos muestran que cerca de la mitad de los trastornos
mentales se manifiestan antes de los 14 años y se calcula que aproximadamente
el 20 por ciento de niñas, niños y adolescentes del mundo presentan trastornos
o problemas mentales.
Senadoras y Senadores:
La escasez de psiquiatras, enfermeras psiquiátricas, psicólogos y
trabajadores sociales son algunos de los principales obstáculos que impiden
ofrecer tratamiento y atención en los países de ingresos bajos y medios.
Asimismo, es preocupante que en siglo XXI aún
se estigmatice a quienes padecen algún trastorno mental, se les discrimine y,
en ocasiones, hasta se les aísle.
Es necesario que no dejemos pasar la
conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental como un suceso más, ya que una
fecha como ésta nos debe motivar a continuar en la búsqueda de soluciones o
alternativas para el tratamiento de estas enfermedades, ya que sólo de esta
manera se podrá modificar y mejorar la vida de millones de personas que la
viven.
Por ello, me permito exhortar a los gobiernos
de las entidades federativas para que, en coordinación con la Secretaría de
Salud, fortalezcan las políticas de prevención, atención y
tratamiento de las enfermedades mentales.
Por su atención, muchas gracias.
PUNTO DE ACUERDO
PUNTO DE ACUERDO
SEN. RAUL CERVANTES ANDRADE
PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA
SENADO DE LA REPÚBLICA
P R E S E N T E
HILDA ESTHELA FLORES ESCALERA, Senadora de la República de la
LXII Legislatura del Congreso de la Unión e integrante del Grupo Parlamentario
del Partido Revolucionario Institucional, con fundamento en lo dispuesto en el
numeral 1, fracción II, del artículo 8, 276 y demás aplicables del Reglamento
del Senado de la República, presento ante esta Soberanía una Proposición con
Punto de Acuerdo al tenor de las siguientes:
CONSIDERACIONES:
El segundo jueves del mes de octubre fue designado por la
Asamblea General de las Naciones Unidas como el Día Mundial de la Visión. El
tema para este año es el “Acceso
universal a la salud ocular”, acorde con el Plan de Acción de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) adoptado en mayo de 2013, el cual pretende promover
el acceso universal a la salud ocular y de este modo reducir los niveles de
discapacidad visual.[1]
De acuerdo con las estimaciones de la OMS, en 2010, 285 millones
de personas del mundo entero vivían con discapacidad visual y 39 millones de
ellas eran ciegas, de las cuales el 80 por ciento de los casos de discapacidad
visual, incluida la ceguera, eran evitables.
Las dos principales causas de discapacidad visual en el
mundo son los errores de refracción no corregidos (42%) y las cataratas (33%).
La discapacidad visual es más frecuente en los grupos de mayor edad. En 2010,
el 82% de las personas ciegas y el 65% de las personas con ceguera moderada o
grave eran mayores de 50 años.[2]
Otras causas de discapacidad visual son el glaucoma, la
degeneración macular relacionada con la edad, la retinopatía diabética, el
tracoma y las opacidades de la córnea. Mientras que entre las causas de ceguera
se encuentran la catarata, el glaucoma, la ceguera infantil, las opacidades
corneales, los errores no corregidos refractivos y la retinopatía diabética.[3]
Se estima que en México, más de medio
millón de personas necesitan urgentemente tratamiento láser para evitar la
ceguera y discapacidad visual por retinopatía diabética. Desafortunadamente, no
contamos en nuestro país con estadísticas que reflejen de forma contundente las
causas y la magnitud de la discapacidad visual. En consecuencia, esto provoca
inexactitud en la información que se utiliza para la generación y diseño de
políticas públicas y acciones tendientes a prevenir y combatir estos
padecimientos desde los tres órdenes de gobierno.
Al respecto, la evaluación rápida de la ceguera evitable, RAAB
por sus siglas en inglés (Rapid Assessment of Avoidable Blindness) se presenta
como una metodología para hacer una encuesta rápida en materia de salud ocular,
desarrollada en el seno del Centro Internacional de Salud Ocular (ICEH); ésta
es una encuesta basada en la población de más de 50 años sobre la deficiencia
visual y servicios de atención ocular.
El RAAB está destinado a identificar la prevalencia de la
ceguera y la deficiencia visual junto con sus causas principales, la producción
y la calidad de los servicios de atención ocular, las barreras de estos
servicios, la cobertura de cirugía de catarata y otros indicadores relevantes a
los servicios de atención ocular en un área geográfica específica.[4]
En nuestro país, contamos con diversos antecedentes en la
aplicación del método RAAB para la elaboración de encuestas en materia de salud
ocular. Uno de estos casos es el del Estado
de Chiapas donde fueron examinadas 2 mil 864 personas encontrado una
prevalencia de ceguera bilateral de 2.3%, siendo la catarata su principal causa
en un 63%, seguido por las enfermedades del segmento posterior en un 24% en
donde se incluyó a la retinopatía diabética.
La prevalencia de diabetes entre el grupo encuestado fue del
21% y la prevalencia de retinopatía diabética de los participantes con
diabetes (en al menos un ojo) fue de
38.9%, mientras que la prevalencia de retinopatía diabética que amenaza la
vista fue del 21%. Como puede deducirse de los porcentajes descritos, la
conclusión de este estudio fue que la prevalencia de retinopatía diabética en
el Estado es alta. [5]
Sin duda, estos esfuerzos son
dignos de reconocerse; pero también debe ser útil para que reflexionemos sobre
la necesidad inaplazable de cuantificar el problema de discapacidad visual en
nuestro país, con base en estudios poblacionales.
Al obtener, concentrar e interpretar esta
información, estaremos en posibilidad de identificar claramente por entidad
federativa aquellas enfermedades más importantes que son causas de ceguera no
reversible en nuestro país; así como aquellas que son causa de ceguera
reversible para fines de prevención.
Con ello, estaremos en posibilidad de sumarnos al Plan de Acción Mundial 2014-2019 generado por la
Asamblea Mundial de la Salud el 28 de marzo de 2013 que tiene como objetivo
general reducir la discapacidad visual evitable y garantizar el acceso a los
servicios de rehabilitación para los discapacitados visuales, mejorando el
acceso a servicios integrales de atención oftálmica en los sistemas de salud,
teniendo como principios y enfoques el acceso universal y la equidad, los
derechos humanos, la práctica basada en datos científicos y la potenciación de
las personas con discapacidad visual.
La meta mundial seleccionada para este Plan de Acción es la
reducción de la prevalencia de la discapacidad visual evitable en un 25 por
ciento para 2019 con respecto al valor de referencia correspondiente a 2010.
Estimadas compañeras
Senadoras y compañeros Senadores, en el marco de la conmemoración del Día
Mundial de la Visión y ejerciendo nuestra tarea por fortalecer las estrategias
y políticas para atender los problemas de salud pública de este país, no
debemos olvidar la importancia de contar con la información inequívoca que
eficientice su diseño. Por ello, disponer de un diagnóstico preciso sobre las
causas e incidencia de la discapacidad visual nos permitirá crear los mecanismos idóneos,
tanto legales como operativos, para disminuir su
incidencia entre la población y otorgar mayores
oportunidades de desarrollo a los mexicanos, tanto en el ámbito productivo,
como en el personal y el familiar.
Por lo anteriormente descrito y con fundamento en lo
dispuesto en las disposiciones señaladas, someto a su consideración el
siguiente:
PUNTO DE ACUERDO:
PRIMERO.- La Cámara de Senadores exhorta respetuosamente al Instituto
Nacional de Estadística y Geografía en coordinación con la Secretaría de Salud,
en la realización de sus próximos censos diseñen la metodología e indicadores
necesarios que permitan conocer datos más precisos sobre la incidencia y
prevalencia de la discapacidad visual en México.
SEGUNDA.-
La Cámara de Senadores
exhorta respetuosamente a la Secretaría de Salud para que considere a la
discapacidad visual dentro de sus indicadores prioritarios en la próxima
Encuesta Nacional de Salud y Nutrición.
Salón
de Sesiones de la Cámara de Senadores a 10 de octubre de 2013.
SENADORA HILDA ESTHELA FLORES
ESCALERA.
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