martes, 11 de agosto de 2015

Sala de Juicios Orales de la UNID


Soy una convencida de que la participación activa de las universidades es indispensable para que la implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal sea tan exitosa como deseamos.

Las autoridades, los ciudadanos, y especialmente los profesionales del derecho y las aulas donde éstos se forman estamos frente a un gran reto.

Pues la reforma constitucional de 2008 abre paso a una nueva era en la procuración y administración de justicia en nuestro país, pero también exige importantes esfuerzos para armonizar el ámbito legislativo, institucional, tecnológico, presupuestario, y por supuesto el de las instituciones educativas de nivel superior.

Es trabajo de todos agilizar, bajo este nuevo esquema, los procesos penales con pleno respeto a los derechos humanos, y a la vez fortalecer la prevención del delito en todos los rincones del país; combatir la impunidad, y reparar el daño a las víctimas de una manera eficaz y contundente.

Con satisfacción puedo decirles que desde el Senado de la República hemos contribuido con este proceso.  En conjunto con mis compañeras Senadoras Cristina Díaz Salazar y Diva Gastélum Bajo, promovimos la iniciativa que expide el nuevo Código de Procedimientos Penales.

Esta iniciativa, en conjunto con otras propuestas de mis  compañeros y compañeras Senadoras, dio lugar al Código Nacional de Procedimientos Penales publicado en diciembre de 2014.
Pero con más satisfacción hoy me toca presenciar que en mi Estado, las universidades se ponen la camiseta y adecuan sus planes de estudio y sus instalaciones, se capacitan y brindan a sus docentes y alumnos la posibilidad de estar a la altura de este reto.

Las abogadas y abogados de hoy deben estar preparados, deben tener la capacidad de hacer frente a los cambios y de ejercer su función con alto sentido de responsabilidad y profesionalismo.

Aquí, en esta sala,  van a capacitarse tanto profesores  como alumnos que harán posible la materialización de este anhelo que tenemos como nación y sociedad: un sistema de justicia sólido y basado en el respeto irrestricto a los derechos humanos.
Sabíamos que este cambio de paradigma no sería sencillo, no es algo que se dé en automático; al contrario, requiere de una parte formativa en la que las universidades juegan un papel fundamental.

Deben identificar y poner en práctica,  nuevas estrategias didácticas que estimulen la participación de las y los futuros abogados, y para ello el funcionamiento de esta sala de juicios orales será una gran herramienta.

Recuerden que son ustedes, los profesores y alumnos, quienes desde las aulas y por supuesto desde esta nueva sala, contribuirán a transformar este país que tanto los necesita.  Lo importante es estar preparados siempre.

¡Enhorabuena!
Les deseo de todo corazón, mucho éxito; y felicito a la Universidad Interamericana para el Desarrollo, Campus Saltillo, por este gran esfuerzo en beneficio de sus alumnos.


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