México D.F. a 20 de febrero de 2014
El día de
hoy la Cámara de Senadores aprobó por amplio consenso un exhorto para que el
Secretario del Trabajo y Previsión Social y el Procurador General de la
República realicen las acciones necesarias para el
rescate de los cuerpos de los 63 mineros que quedaron sepultados en la
explosión de la mina 8 Pasta de Conchos propiedad de la compañía Industrial
Minera México; requiriendo además que estas autoridades remitan un informe
sobre el resultado del dictamen de viabilidad correspondiente.
En
este mismo sentido solicitaron a la Procuraduría
General de la República que remita a la Cámara Alta el informe sobre las
investigaciones con motivo de la referida explosión, y al Ejecutivo Federal que
realice las diligencias necesarias para la firma, a la brevedad, de la
Convención 176 de la Organización Internacional del Trabajo sobre seguridad y
salud de las minas de 1995, con el fin de que el Estado Mexicano adecue su
legislación interna a las disposiciones internacionales en la materia.
En el documento presentado por la Senadora Hilda Flores
Escalera esta mañana señaló que este 19 de febrero, se recordó un aniversario
más de esta tragedia, y que no podemos olvidar que a ocho años de la misma, los
cuerpos de 63 mineros sigan enterrados, y que se ha dejado en el abandono su rescate.
Reconoció la Legisladora que desde la explosión de la Mina 8 Pasta de Conchos se
han dado importantes avances en materia de protección a los trabajadores
mineros; y que incluso al inicio del presente sexenio el Secretario de Trabajo
y Previsión Social, declaró y dio a conocer la reapertura de la investigación
respecto a la tragedia de Pasta de Conchos, informando que se realizarían a
través de la Procuraduría General de la República, los peritajes necesarios
para hacer factible la localización y recuperación de los 63 mineros
sepultados.
Sin embargo, no es digno de celebración mientras en las
entrañas de la región carbonífera del estado de Coahuila de Zaragoza
permanezcan los cuerpos de 63 mineros, que bajo condiciones de alto riesgo un
día 18 de febrero de 2006, entraron a laborar y nunca salieron; apuntando que
la dignidad del ser humano es inviolable y es obligación de toda sociedad,
respetarla y protegerla, estableciendo los medios para acceder a ella.
Manifestó además que este exhorto es una cuestión de
dignificación del pueblo mexicano ante la tragedia de nuestros nacionales y que
el Senado no puede promover por un lado, la defensa y protección de los
derechos del ser humano entre ellos, el del trabajo y por otra parte, y a la
vez ser omiso al hecho de que 63 mexicanos quedaron sepultados y abandonados
por la negligencia y la falta de condiciones de trabajo dignas, justas,
equitativas y satisfactorias para los mineros.
Añadió que la recuperación de los cuerpos de los
mineros de Pasta de Conchos, representa no solo una cuestión de justicia para
las familiares y deudos, sino representa el rescate de la dignidad del Pueblo
de México y de los mineros.
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