Me quiero referir al dictamen por el
que se exhorta a la Secretaría de Salud a promover e impulsar acciones
preventivas en materia de salud auditiva en recién nacidos y para identificar y
prevenir la disminución, pérdida o discapacidad auditiva, principalmente en
menores de entre tres y 12 años de edad.
Muchas gracias, presidente;
Buenas tardes a todas y a todos:
Acudo a esta tribuna a presentar posicionamiento a favor del
dictamen de la Comisión de Salud en materia de inocuidad de los alimentos.
Quiero comentarles que esta
proposición se presentó en el marco del Día Mundial de la Salud 2015, que
introdujo a la agenda internacional la importancia de una alimentación
adecuada, que beneficie el funcionamiento del organismo humano y por ende la
salud y calidad de vida de las personas.
De acuerdo con cifras de la
Organización Mundial de la Salud, alrededor de dos millones de personas mueren
anualmente a causa de alimentos insalubres, que contienen bacterias, virus,
parásitos o sustancias químicas nocivas para la salud.
Datos de la propia organización
señalan que aproximadamente el 75 por ciento de las nuevas enfermedades
infecciosas humanas aparecidas en los últimos diez años, fueron causadas por
bacterias, virus y otros patógenos que surgieron en animales y productos
animales.
En nuestro país la encuesta nacional
de salud y nutrición 2012 demostró mayor prevalencia de enfermedades diarreicas
agudas en infantes de cero a dos años de edad, con un porcentaje
total de 42 por ciento, un padecimiento íntimamente ligado a la contaminación
de los alimentos.
Estas enfermedades se pueden
manifestar a partir de la presencia de cólera, salmonelosis y rotavirus, que
tienen en común que todas pueden adquirirse a partir del consumo de alimentos o
agua contaminada.
De ahí la relevancia de que nos
preocupemos por impulsar aquellas acciones que permitan mantener una cadena
alimentaria controlada de máxima calidad y seguridad, que prevenga las
enfermedades transmitidas por los alimentos, que a nivel mundial y nacional son
un grave problema de salud pública.
Este es precisamente el objetivo del
dictamen que se someterá a votación, al exhortar a la Secretaría de Salud y a
sus homólogas en las entidades federativas, a reforzar las campañas de
información sobre la importancia del consumo de alimentos inocuos entre la
población, así como a fortalecer la vigilancia epidemiológica para la rápida
detección y atención de enfermedades propagadas a través de alimentos.
Haciendo también un llamado a la
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
para reforzar las políticas públicas en materia de inspección y vigilancia en
el sector agroalimentario, así como a la Secretaría de Educación Pública a
implementar campañas que contengan recomendaciones para promover la inocuidad
de los alimentos que se venden en los centros educativos.
Estas acciones dotarán a la
población de aquellos conocimientos necesarios para prevenir y detectar a
tiempo las enfermedades derivadas de la contaminación de los alimentos,
evitando con ello desenlaces fatales e impulsará una vigilancia más exhaustiva
por parte de las autoridades competentes.
Sin duda, cuestiones
elementales para procurar en la
población una mejor calidad de vida y un mayor acceso a la información en
materia de salud, que tengo la certeza apoyaremos todos al aprobar este
dictamen.
Y quisiera, señor presidente, me
permitiera hacer también alusión a otro dictamen, en este mismo momento.
Gracias.
Me quiero referir al dictamen por el
que se exhorta a la Secretaría de Salud a promover e impulsar acciones
preventivas en materia de salud auditiva en recién nacidos y para identificar y
prevenir la disminución, pérdida o discapacidad auditiva, principalmente en
menores de entre tres y 12 años de edad.
En ese sentido, quiero comentar que
la Organización Mundial de la Salud estima que cada año nacen en el mundo 15
millones de bebés prematuros. Y muchos de ellos, en caso de sobrevivir, sufren
algún tipo de discapacidad de por vida, en particular discapacidades
relacionadas con el aprendizaje y problemas visuales y auditivos.
A nivel mundial entre uno y tres de
cada mil recién nacidos tienen algún grado de pérdida auditiva.
Los primeros dos años de vida son
críticos para aprender a hablar y para el desarrollo del lenguaje, por lo que
es importante diagnosticar a tiempo los problemas auditivos.
Entre las causas y factores de
riesgos podemos señalar antecedentes familiares de pérdida auditiva.
Entre el 50 y 60 por ciento de los
casos de pérdida auditiva en bebés, tienen un origen genético.
El 25 por ciento de los casos se
debe a infecciones maternas durante el embarazo y en otro 25 por ciento de
casos, las causas son desconocidas.
En nuestro país viven 32.5 millones
de mexicanos de cero a 14 años de edad. De esta cifra el 1.6 por ciento, es
decir 520 mil niños reportaron tener alguna discapacidad. De este porcentaje el
7.4 por ciento padece alguna limitación auditiva.
Las niñas y niños con alguna
discapacidad se enfrentan a condiciones de desventaja respecto a sus pares, y
el acceso a la salud o educación se encuentran disminuidos. Este sector de la
población se enfrenta al reto de encontrarse en una posición de vulnerabilidad
por estar en desarrollo y en condición de discapacidad, por lo que resulta muy
importante que se tomen las medidas necesarias para atender esta circunstancia,
además de prevenirla.
Para la prevención son necesarias
campañas de divulgación y sensibilización para la población en general, pero
también para el personal hospitalario encargado de atender los nacimientos.
En el grupo parlamentario del PRI consideramos
de primer orden procurar la salud de las y
los niños mexicanos. Es por ello que nos pronunciamos a favor de
promover una cultura de la prevención para la temprana detección de algún
padecimiento auditivo en recién nacidos, así como en menores, de educación
preescolar y básica.
Por lo anteriormente expuesto, nos
pronunciamos a favor del dictamen por el que se exhorta respetuosamente a la
Secretaría de Salud, para que en coordinación con sus homólogas en las
entidades federativas, promueven e impulsen acciones preventivas en materia de
salud auditiva en recién nacidos, con la finalidad de identificar el problema
durante los primeros meses de vida y se inicie el tratamiento antes de los seis
meses de vida.
Es cuanto, señor presidente.
Le agradezco mucho la consideración
del tiempo.